Familia, amigos y compañeras, amigas y compañeros, finalmente el Tribunal Supremo se ha pronunciado y han decidido condenar a mi hijo y a los otros tres mayores de edad encausados a CUATRO AÑOS Y NUEVE MESES, reduciendo así la pena de SIETE años a la que se enfrentaban. Sigue siendo una barbaridad si, además, le añadimos que son personas inocentes que fueron detenidas de forma aleatoria por participar en una manifestación que pretendía hacer frente a las ideas de odio y fascismo que cinco años después han entrado de lleno en los Ayuntamientos de este país y que gracias a la concienciación de personas como mi hijo, han sido frenadas para ocupar un gobierno con ministerios. Esas ideas de odio al inmigrante, a la mujer, al LGTBIQ+ y a todo lo que no conforma un ideario de identidad nacional ultracatólico que sufriera España durante la dictadura sigue instalada en las altas esferas policiales y judiciales, y solo así se entiende una detención horas después de los sucesos respondiendo a una estética determinada, y solo así se entiende que el juez del provincial de Zaragoza tenga en sus manos casos donde exhibe su ideología de diversas formas, sea no quitando calles de Generales franquistas desoyendo la ley de memoria, sea imputando a un concejal de izquierdas por el capricho de tenerle ganas, sea que le llegue el caso de los Seis de Zaragoza y argumente a favor de obra para condenarles a penas máximas. Contra todo este conglomerado ha luchado mi hijo y contra este consabido movimiento ultra hemos luchado todas y cada una de las personas que recibís este mensaje. No hemos ganado. La única victoria era que no entraran en prisión, pero hemos demostrado solidaridad y argumentos para acabar con esas prácticas. Debemos seguir, por ellos, por los que vendrán. Debemos agotar todas las fórmulas legales para evitar su ingreso en prisión. Y tenemos la obligación de seguir empujando para que la leyes de seguridad ciudadana y la ley mordaza sean derogadas porque si siguen en el Código Penal, seguirán alimentando a aquellos que, dentro de las fuerzas de seguridad del estado y dentro de los juzgados, ven en las gentes de izquierdas a seres inferiores o peligrosas o, simplemente, prescindibles. No es así, para que la sociedad mejore, para que sea más justa es y ha sido nuestro empuje el que es necesario y siempre encontraremos, por supuesto, su resistencia. Sé que también hay gentes de pensamientos moderados o de derechas que puedan pensar que estas injusticias no pasan, que si mi hijo y los otros cinco jóvenes fueron detenidos y juzgados es porque el sistema funciona. Bien, pues a ellos les digo que se estudien las sentencias, que lean como el propio juez reconoce que no hay pruebas y como da por buena la declaración de los policías que entraron en contradicciones en sede judicial y que se les validó como testigos en medio de una lluvia de objetos y pertrechados con cascos y escudos y toda la indumentaria antidisturbios, sin duda, con una visibilidad nula. Es complicado digerir este momento, por eso os pedimos apoyo y respeto. También os pedimos que no bajéis los brazos, que firméis el manifiesto que propondremos en unos días y que lo hagáis llegar al mayor número de personas posibles. Gracias de antemano. ¡Qué impere nuestro amor contra su odio! Compartid.
Firmado: Padre Antifascista de Javitxu.
Jorge Pueyo 