Ayer participé en una mesa redonda en Castellón dentro del ciclo “Europeïtza’t. Parlem del País Valencià a Europa”, organizado por Més-Compromís con el objetivo de hacer pedagogía sobre la importancia de las políticas europeas para el País Valencià. En esta ocasión se habló de justicia lingüística, con un objetivo común: una Europa de la diversidad que proteja nuestros derechos lingüísticos.  Compartí mesa con Adam Price, diputado de Plaid Cymru en el Parlamento de Gales, Àgueda Micó, diputada de Compromís en el Congreso, Maria Nebot, presidenta de Castelló per la Llengua, y Anna Jungner-Nordgren, presidenta de la Xarxa de Promoció de la Diversitat Llingüística, moderados por el diputado de Compromís en las Corts Valencianes, Vicent Marzà. Por mi parte, me correspondió dar cuenta al público asistente, que llenó la sala, de la situación que atraviesa la lengua aragonesa. Les expliqué que al Gobierno de Aragón de extrema derecha le encantaría ver desaparecer nuestra lengua, pero que siempre van a encontrar nuestra oposición: en las calles, en las escuelas y en todas partes. Y terminé afirmando que nosotros haremos oficial el aragonés.