Ayer tuve la oportunidad de reunirme con una representación del Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO), en concreto, con su presidente Jorge Corrales y su directora de Comunicación Carmen Cuartero. CEDRO se presenta como la “asociación de la cultura escrita” y me trasladaron la situación de los escritores, traductores, periodistas y editores de libros, periódicos, revistas y partituras a quienes representan. Repasamos las conclusiones de los estudios realizados por el Observatorio de la sostenibilidad de la cultura escrita, como la desventaja competitiva que supone para los autores españoles cobrar por sus derechos tres veces menos que sus colegas europeos. Nos trasladaron sus reivindicaciones en torno a regularizar el uso de las obras en el ámbito público (clipping) y a la necesidad de responder a la amenaza que para los autores supone la Inteligencia Artificial. Sin duda, sus preocupaciones centrarán el trabajo de la Comisión de Cultura del Congreso en los próximos meses.