El pasado martes se publicó en La Comarca, el periódico del Bajo Aragón histórico, esta larga entrevista que me hizo Marina Monreal, como balance de la primer mitad de la legislatura en el Congreso. Y hoy ha sido publicada en la edición digital. Aquí la tenéis:
Pueyo: «Tenemos herramientas para conseguir la financiación diferenciada, pero en Aragón no se atreven a aplicarlas»
ENTREVISTA. Jorge Pueyo, el representante de CHA en el Congreso, hace balance de la primera mitad de legislatura bajo el paraguas del Grupo Plurinacional Sumar

Hace unos días se aprobó en el Congreso la Ley de Movilidad Sostenible, ha sido muy polémica en el medio rural, ¿qué es lo que se aprueba exactamente?
La aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible es una buena noticia para Aragón, porque precisamente se han incluido las dos transacciones de CHA que resuelven la enorme amenaza que suponía ese proyecto inicial que trataba de sacar el Ministerio. Se querían eliminar 151 paradas, pero, como siempre hemos defendido, la única solución en todo esto era contar con las comunidades autónomas, que todas las paradas siguieran siendo atendidas por la ruta concesional estatal o por la autonómica, en su caso, y que el Ministerio pagara el coste extra a las comunidades autónomas por las paradas de las que se hicieran cargo. No se puede dar una competencia sin dar ningún tipo de apoyo económico a las comunidades autónomas. Ahora, las comunidades autónomas tendrán por fin herramientas en la ley para exigir esas soluciones. Con la versión original del PSOE, el Ministerio tenía las manos libres para hacer y deshacer como quisiera y para cargarse todas las paradas. Ahora la ley tiene herramientas para que las comunidades puedan exigir, y el Ministerio tendrá que contar con la opinión de las comunidades. Fueron unas transacciones muy difíciles de conseguir, porque tuvimos que arrastrar al PSOE hasta nuestra posición. El Partido Popular decidió quedarse con sus enmiendas sin moverse ni un milímetro en los máximos que ellos pedían. Ahora pasará por el Senado y, cuando entre en vigor, que será en un mes, las comunidades autónomas ya podrán exigir al Ministerio que cumpla.
Le vimos en redes celebrando la aprobación como una victoria, pero el PP mantiene que las paradas de bus se van a perder, los usuarios transmiten desinformación…¿Cómo se explica?
El PP está intentando hacerlo caótico. Yo creo que, con nuestras enmiendas, se entiende perfectamente. Por un lado, se dice que se solicitará un informe a las comunidades autónomas para ver si aceptan o no las paradas, y se suprime la obligatoriedad de asunción de las paradas intermedias por las comunidades autónomas. Solo las aceptarán si las quieren; si no, no. Luego, los tráficos no aceptados por las comunidades autónomas se incluyen en la licitación de concesiones estatales. Es decir, si la comunidad autónoma no acepta un tráfico, el Ministerio tiene que seguir prestándolo y pagándolo. Las paradas no desaparecen: las prestará la comunidad autónoma si acepta y, si no, las seguirá prestando el Estado. Ya dijimos que era injusto que se aceptaran competencias sin ninguna transacción económica.
Se ha registrado una batería de 22 preguntas sobre inversiones en carreteras pendientes en Aragón, ¿cuál es la más prioritaria?
Entendemos que la 22 son prioritarias para vertebrar y conectar el territorio. Llevábamos arrastrando durante años la A-22, que no se ha solucionado hasta hace cuatro días. José Antonio Labordeta la pedía, la pidió mi compañero Chesús Juste, y ahora la estaba pidiendo yo. La otra que también es sangrante es la A-68. Parece que empieza a desbloquearse, pero lo prioritario son los tramos de la provincia de Teruel, que son esenciales para conectarnos con Zaragoza y con Valencia. Al final, Vinaròs está a una distancia que no tiene sentido con la carretera. La A-68 es la esencial.
Se plantean estas preguntas al Ministerio, pero SUMAR forma parte del Gobierno, ¿qué margen de maniobra hay para presionar en estas cuestiones?
Independientemente del grupo en el que esté, mi voto se lo van a tener que ganar. Yo no les puedo asegurar mi voto. Tenemos mecanismos para presionar internamente que sí que nos dan ventaja. Aunque estemos en un grupo plurinacional, SUMAR, tenemos independencia. Siempre se pone la presión en «el diputado de CHA», pero no hay que olvidar que aquí somos trece diputados que vienen de Aragón, y que muchos de ellos parecen estar más interesados en simplemente apretar el botón que les mandan desde Madrid que en hacer política por los aragoneses. Somos el partido que más iniciativas ha presentado en defensa de Aragón. Lo que hay que hacer es garantizar la dignidad de los aragoneses: no somos más que nadie, pero tampoco menos. La responsabilidad ya no solo es mía, sino de los trece diputados aragoneses. No se les oye, no se les ve, no hacen iniciativas. El presidente Azcón siempre intenta hacer campaña contra mí para ganarse su puesto en Madrid, pero creo que es triste que yo esté en Madrid y esté pensando todo el día en Aragón, y que el presidente de Aragón esté pensando más en Madrid que en Aragón.
Transportes también son los trenes, hace un año denunciaba en Caspe la situación de los convoyes y apenas ha variado…
Se lo hemos dicho al ministro Puente: tenemos los vagones más antiguos de España. En los que pasan por Caspe están rotos hasta los fluorescentes. Son los últimos Talgo que hubo. La situación es lamentable. No podemos hablar de salvar el reto demográfico y de luchar contra la despoblación si no tenemos las herramientas de lucha de forma transversal para todos los ministerios. Las políticas tienen que ser transversales, y el transporte en Aragón es esencial.
Hace unos días lanzaba dardos contra el presidente Azcón que confundió Mallén con Maella, desde su perspectiva. ¿Cuál es la lengua que se habla en Maella?
El presidente Azcón tiene que salir de la Z-40 y conocer el territorio. En materia lingüística, tenemos que atender a la identificación de los hablantes; ellos tienen que defenderlo. Sí que creo que el franquismo siempre intentó dividir, atomizar y fragmentar las lenguas. Es como decirle a uno de Fonz que no habla la misma lengua que uno de Estadilla, cuando realmente es exactamente la misma lengua. Lo que provoca la división es que no haya una comunidad y que solo veas las lenguas como si fueran localismos. Lo que provoca es que se pierda la construcción gramatical y la riqueza lingüística. Costó mucho que la gente tuviera ese sentimiento de comunidad lingüística con el tema del aragonés. En este caso, atendiendo a la comunidad científica, a la Ley de Lenguas y a la Ley de Patrimonio Cultural de Aragón, en la comunidad tenemos tres lenguas: el castellano de Aragón, el aragonés y el catalán de Aragón. Es lo que nos dice la ciencia.
¿Se puede aportar en materia lingüística desde Madrid?
Con este Gobierno se han eliminado todos los proyectos que había, todas las ayudas que no servían para crear cultura en los municipios. Se ha intentado ahogar a la Academia Lingüística del Aragonés y del Catalán de Aragón, para no dejarles absolutamente nada, ni un euro. Vox y el PP querían eliminar la denominación del aragonés propia del aragonés; son cuestiones que ya teníamos superadas. Yo, desde la portavocía de Cultura, intento que las ayudas que salen para otras lenguas del Estado se apliquen al aragonés y al catalán de Aragón. Ahora trabajamos en la Ley de Cine y vamos a incluir, y estoy presionando para incluir, ayudas para la creación audiovisual en las lenguas de la comunidad. Son pequeñas luchas que vamos consiguiendo porque es un patrimonio inmaterial. A nadie se nos ocurriría, a día de hoy, por ejemplo, decir que el castillo de Loarre no tiene que tener ningún tipo de protección, que se cuide solo y que, si no, pues que se muera.
Hace tan solo unos días dijo que sin presupuestos no se puede gobernar y que no va al Congreso a perder el tiempo, ¿existe la posibilidad, si la situación no cambia, de abandonar el paraguas de SUMAR?
Lo que quise trasladar es que los Presupuestos Generales del Estado son la hoja de ruta, la ley principal que puede desarrollar un Gobierno para implementar sus políticas. A día de hoy, estamos diciendo: ¡que viene la ultraderecha!, pero o tomamos medidas valientes o acabará llegando. Tenemos que garantizar medidas para frenar el problema de la vivienda e incluir infraestructuras que tenemos pendientes en Aragón. Hay que hacer una llamada de atención de cara a los presupuestos, a Podemos y a Junts, para que se comporten de forma responsable. Al Partido Socialista le pedimos que aplique políticas valientes, porque o hacemos políticas valientes o, sinceramente, estamos perdiendo el tiempo.
No sería la primera vez que rompe la disciplina de voto, tampoco la segunda. Si hay discrepancias, ¿por qué seguir formando parte de la coalición?
Al final, hay un trabajo en común; estamos desarrollando el programa electoral con el que nos presentamos y, desde el primer día, en el Grupo Popular Nacional SUMAR, a todos los diputados nos dijeron que teníamos libertad de voto para tratar aquellos temas que afectaban a nuestra comunidad autónoma. No ha habido ningún cisma interno porque defendamos el territorio o seamos firmes en los argumentos y tengamos que votar en contra en algún momento determinado. La cuestión no es romper con SUMAR o no, sino saber trasladar las políticas que se quieren trasladar. Para mí, el problema no está con SUMAR; para mí, el problema está con el PSOE.
Compromís también ha sido una de las fuerzas que se ha mostrado más independiente, ¿es complicado aunar tantas sensibilidades?
Yo prefiero ser un Sumar que ser un grupo como el PSOE, que, por ejemplo, aunque muchos estaban en contra, les obligaron a votar abstención en la materia de la ILP antitaurina, o que les obligan a votar que no cuando, por ejemplo, estamos consiguiendo 87 millones de euros de fondo de compensación para Aragón, y les obligan a los diputados aragoneses a votar que no. La política de la disciplina de voto no me acaba de convencer. Es difícil llegar a acuerdos, hay discrepancias en muchos temas, pero yo creo que es la calidad humana de todas las personas que integran el grupo la que, al final, vertebra y hace de cemento entre unos y otros. El primer objetivo común fue frenar a la ultraderecha, y a día de hoy son temas como la vivienda, los derechos sociales, la prestación universal por crianza y otras tantas luchas que compartimos entre todos y todas, porque al final tenemos una misma mirada también plurinacional y de izquierdas. Más vale que sea difícil entenderse a que no tengamos ninguna capacidad de decidir y que venga impuesto todo por la ultraderecha.
SUMAR nació como una coalición de izquierdas muy necesaria para que gobernar fuera viable, ¿qué pasaría si desapareciera?
La cuestión es que intentemos trabajar todos de forma coordinada y unida. Pero, en esta legislatura, si no hubiera habido una candidatura como la de Sumar, es posible que tuviéramos un gobierno de derechas como en el resto de Europa.
La situación también es compleja en Aragón, se podría dar un adelanto electoral, ¿cómo ve la situación autonómica?
Jorge Azcón es un gigante con pies de barro. No tiene capacidad para aprobar los presupuestos, está en manos de la ultraderecha y cada día vemos más cómo está comprando los postulados de Vox. No solo él, sino todo el Partido Popular a nivel estatal. Creo que se equivocan en esa estrategia de acercarse al máximo al discurso de Vox, porque siempre va a haber alguien que le diga al electorado las cosas más claras. Solo hay que fijarse en Cataluña, en lo que está pasando entre Junts y Alianza Catalana. Alianza Catalana se está comiendo a Junts, pero porque Junts está adoptando los postulados de Alianza Catalana, pero con miedo, y entonces Alianza Catalana dice barbaridades todavía más grandes y la gente le compra el discurso. Yo no soy nadie para dar lecciones, pero creo que el PP debería volver a un discurso alejado de este racismo, esta xenofobia, machismo. Me preocupa que en Zaragoza se eliminen los puntos violeta, que se deje de decir ¡Viva Aragón! Me preocupa la ola antiaragonesa que ha adoptado el Partido Popular. ¿Puede haber elecciones anticipadas? Yo creo que sí. ¿Le interesa a Azcón? Yo creo que no. Creo que él aspiraba a gobernar con Teruel Existe y no le dan los números. Teruel Existe se ha deshinchado bastante y el propio Azcón está perdiendo mucho voto hacia Vox.
En caso de que el adelanto llegara, ¿se plantea presentarse?
Yo, de momento, tengo todo mi trabajo en Madrid, no me lo estoy planteando, y, en todo caso, tendría que ser la población aragonesa y la militancia de Chunta Aragonesista quienes, en cualquier momento determinado, me digan: “Ves para aquí, ves para allá”. Al final, estoy al servicio de Aragón y de los militantes de Chunta, en ese sentido.
Y en caso de que la CHA se lo pidiera, ¿le gustaría ser candidato?
Todo el mundo aspira a cambiar las cosas a mejor, cuanto más se puede hacer, mejor. A mí, lo que me da pena es que tengamos presidentes de Aragón que quieren ser ministros. El drama está ahí. Yo me centro más en la política aragonesa que en la estatal. A día de hoy, no me lo planteo y espero que CHA tenga los mejores resultados, pero mi actividad y mis pensamientos son para Aragón, trabajando desde Madrid.
¿Considera que Jorge Azcón aspira a ser ministro?
Por supuesto. (Ríe) Breve, cortito y al pie.
Una de las cuestiones en las que te se desmarcó es en la existencia de una fiscalidad diferenciada para Cataluña. También el presidente Azcón la ha denunciado, pero la solución que aportan no es la misma…
No, desde luego que no. Jorge Azcón lo único que quiere hacer es perder el tiempo en tribunales y quejarse y gritar en el desierto sobre lo malos que son los catalanes por obtener esa financiación singular. Lo que decimos desde CHA es que o Aragón tiene una financiación singular, dado que tenemos un sistema que el propio Estatuto de Autonomía permite, o establecer el cálculo de población ajustada con criterios como despoblación, orografía, envejecimiento, gran envejecimiento, dispersión territorial… Es obvio que necesitamos una financiación singular y, si Cataluña tiene una financiación singular, Aragón también debe tenerla o votaremos en contra. Tenemos un artículo en el Estatuto de Autonomía que ya les gustaría a muchísimas comunidades autónomas, incluida Cataluña, como es el artículo 106, el artículo 104 y, en especial, el artículo 108, que nos permite tener un acuerdo bilateral económico-financiero con el Estado, por el que se suple toda la infrafinanciación que a día de hoy sufre Aragón, calculada en más de 627 millones de euros en 2018 y en 522 millones de euros en 2022. Tenemos las herramientas, lo que pasa es que no tenemos líderes en Aragón que sean capaces de exigirlas.
Se cumple ya el ecuador de legislatura, ¿qué balance hace de su primera incursión en la política?
Nos presentamos con la intención de ser la voz de Aragón en Madrid. Sabíamos que era muy difícil, que solo soy un diputado de 350. Ha habido mucha presión sobre mí porque parece que soy el único que da la cara, aunque aragoneses en el Congreso somos 13 (aragoneses). Hay muchos poderes que han sido muy duros con nosotros y sabíamos en lo que nos metíamos, pero el balance es positivo. La población aragonesa ha podido ver en Madrid a alguien que habla de ellos y les defiende por fin. La gente lo necesitaba. Hemos sacado esa rasmia y ese orgullo aragonés a flote después de tantos y tantos años abandonados.
¿Ha pasado factura a nivel personal ese nivel de presión?
Uno llega con muchas ganas de cambiar las cosas, pero hay que gestionar que las cosas de palacio van despacio. Ha habido mucha frustración y mucha ansiedad. Los primeros compases de legislatura han sido muy duros. Creo que soy de los pocos políticos, al menos de los de Aragón, que pueden ir con la cabeza igual de alta o más que cuando entró. No me arrepiento de nada de lo que he hecho. Estamos dando pelea continua y me está desgastando, pero yo sé que cuando, dentro de unas décadas, eche la mirada atrás, voy a estar muy orgulloso del trabajo que está haciendo Chunta Aragonesista en esta legislatura.
¿Qué queda pendiente para los dos próximos años?
¿Qué quieres que te diga? ¿Hasta dónde me gustaría llegar o lo que creo que puede salir? (Ríe)
Mejor ser realistas, ¿no?
Hay que desbloquear las ayudas al funcionamiento de Teruel. Hay que mejorar los trenes de media distancia y terminar de una vez por todas el Canfranc. Hay que seguir insistiendo en el corredor Cantábrico-Mediterráneo. Tenemos que conseguir luchar contra la despoblación de una manera decidida porque, si no, estamos condenando a nuestros pueblos al olvido y a la marginación por parte del Estado. Hay que parar los embalses que no tienen ningún sentido, como Yesa, que solo servirá para alimentar centros de datos que no se van a poder instalar. También hace falta que sigamos trabajando en la A-68, en las variantes del Bajo Aragón. Aun así, el problema principal a día de hoy es la vivienda; tenemos que seguir intentando generar políticas de vivienda que garanticen a los jóvenes y a los no tan jóvenes un futuro digno. Si no conseguimos parar la sangría que está suponiendo la vivienda, por mucho que crezca la economía española, las familias y las personas jóvenes no valorarán el trabajo que se ha estado realizando.
Las encuestas le son favorables a CHA, pero no tanto al PAR. Ambos partidos representan, cada uno desde su ideología, la idea del aragonesismo. ¿Cómo está ese sentimiento en la política actual?
El PAR se presentó a las elecciones con el lema ‘Aragón por encima de todo’, y al final ha resultado que no. Ha resultado que el PP y lo que manden desde Madrid están por encima de todo. A mí, sinceramente, me da pena la situación del PAR; en sus años intentó hacer políticas que ayudaran al aragonesismo, pero ellos mismos son culpables de estar donde están ahora mismo. En cambio, en Chunta estamos muy contentos. Está habiendo un resurgir joven, han entrado cientos de militantes en los últimos meses y casi no me lo creo cuando lo digo. Es un orgullo ver a tanta y tanta gente joven con ganas de construir un futuro digno. Al final, si tú tejes una red en torno al partido, con asociacionismo, con sindicalismo, con la gente del territorio, de las ciudades, de los barrios… al final, las encuestas te van bien, y a nosotros nos van bien y estamos subiendo.