Esta mañana he mantenido en Maella una reunión con la comunidad de regantes del Matarraña, a quienes he presentado nuestra proposición no de ley para impulsar las balsas laterales acordadas en 2005 por todos los sectores implicados, imprescindibles en este escenario de sequía. Aquí tenéis la nota que resume el encuentro.

Jorge Pueyo emplaza al Gobierno impulsar las balsas laterales del río Matarraña

Con esta iniciativa se pone en valor el modelo de gestión del agua de la cuenca del Matarraña, basado en el acuerdo entre los diversos intereses: «Frente a la vieja política de sacrificar los intereses de la montaña para beneficiar al llano, en la cuenca aragonesa del Matarranya se ha buscado evitar el enfrentamiento y buscar soluciones de consenso como las balsas laterales, esto es, embalsar en el llano para garantizar los regadíos sin anegar tierras ni cascos urbanos en las cabeceras de los ríos».

Nota de Prensa, 04/07/2024. Jorge Pueyo, diputado de CHA por la coalición Sumar, se ha reunido en la Casa del Matarraña de Maella con el presidente y varios miembros de la Junta Central de Usuarios del Matarraña y Afluentes, que han podido trasladarle sus reivindicaciones y, en especial, informarle del problema de la sequía que tanto les afecta. En ese encuentro el diputado ha dado cuenta ante la comunidad de regantes de la proposición no de ley que ha presentado en el Congreso para impulsar la ejecución de las balsas laterales de regulación de la cuenca del río Matarraña, acordadas en Aragón por todos los sectores implicados en el denominado Acuerdo de la Fresneda de 2005. El texto de la iniciativa del Grupo Plurinacional Sumar que se debatirá en la Comisión de Transición Ecológica es el siguiente: «El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a impulsar las actuaciones de regulación de la cuenca del río Matarraña no incluidas en el Plan Hidrológico del Ebro 2022-2027, y en concreto a incluir en la próxima planificación hidrológica de la demarcación hidrográfica del Ebro la construcción de la Balsa de Val de La Figuera, la Balsa dels Comellars y la Balsa de Planserrats, así como a incorporar en los Presupuestos Generales del Estado la consignación presupuestaria suficiente para su ejecución».

El diputado Jorge Pueyo ha puesto el río Matarraña como ejemplo por su modelo de gestión del agua: «Se basa en el acuerdo entre organizaciones agrarias, medioambientales y sociales y las administraciones y en el respeto a las condiciones ecológicas del río y a la compatibilidad de los usos del agua, por eso se ha convertido en pionero y en exportable. Frente a la vieja política de sacrificar los intereses de la montaña para beneficiar al llano, en la cuenca aragonesa del Matarranya se ha buscado evitar el enfrentamiento y buscar soluciones de consenso como las balsas laterales, esto es, embalsar en el llano para garantizar los regadíos sin anegar tierras ni cascos urbanos en las cabeceras de los ríos». Ese modelo nació en 1999 en los acuerdos de Fabara, en los que se optó en el bajo Matarraña por las balsas laterales de Valcomuna (2,2 hm³) y de La Trapa (1 hm³), que hoy en día permiten regular prácticamente el doble de su capacidad.

En la exposición de motivos de la iniciativa, se explica el contenido del Acuerdo de la Fresneda de 2005 cuyo objetivo era impulsar un proyecto de microrregulación en la cuenca media del río Matarraña mediante tres balsas laterales que permitirían garantizar el agua para diferentes usos (abastecimiento, regadíos, turismo, reserva para incendios…): la Balsa de Planserrats (1 hm³), que regulará el río Algás y asegurará el abastecimiento de agua de boca de la localidad de Cretas; la Balsa dels Comellars (2,64 hm³), que regulará el río Tastavins y se destinará a regadío; y la Balsa de Val de la Figuera (3 hm³) en el río Matarraña. «Lamentablemente estas obras no fueron incluidas en el vigente Plan Hidrológico del Ebro 2022-2027 y, dos décadas después, estos proyectos continúan olvidados por la administración competente», ha denunciado Pueyo.

«Somos conscientes de que, a la irregularidad inherente a los ríos mediterráneos, se une ahora la sequía, agudizada por los efectos de la emergencia climática, lo que amenaza el abastecimiento de los habitantes de la comarca del Matarraña y pone en riesgo el desarrollo de las actividades económicas tanto agrarias como turísticas e industriales, e incluso la reserva para la extinción de incendios (cuya utilidad se demostró en el incendio de Lledó). En este sentido, resulta imprescindible acelerar en la planificación y ejecución de estas obras, que presentan un coste muy asumible y que tendrán un efecto muy importante en beneficio del territorio afectado», ha reclamado el diputado de CHA.