Defendiendo la Oficina Española de Derechos de Autor y Conexos

Hoy se ha publicado la transcripción del debate del Pleno del 13/06/2024 en el que me correspondió defender el Proyecto de Ley de creación de la Oficina Española de Derechos de Autor y Conexos, O.A., frente a la enmienda a la totalidad presentada por Vox. Aquí la tenéis:

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PROYECTO DE LEY DE CREACIÓN DE LA OFICINA ESPAÑOLA DE DERECHOS DE AUTOR Y CONEXOS, O.A.

El señor PUEYO SANZ: Me ha parecido que el portavoz de VOX ha dicho literalmente que no puede permitir que los creadores culturales se vean afectados. Bueno, igual estaría bien empezar por no recortarles un 40% el presupuesto en la ciudad de Zaragoza, por si acaso. (Aplausos).

Señora presidenta, señorías, los derechos de propiedad intelectual son un derecho cultural básico para los creadores y los agentes culturales. Y, por ello, merecen una redistribución justa a través del sistema de cesión y licenciamiento de derechos recogido en nuestro ordenamiento jurídico. La propiedad intelectual es el principal activo que tiene el sector cultural y creativo, representando un 3,2% del PIB y 700.000 empleos. En los últimos años, Internet y la revolución digital han transformado la comunicación pública y también la reproducción de obras y prestaciones protegidas por derechos de autor y conexos. Esto ha supuesto nuevas formas de creación, comercialización y consumo que nos sorprenden cada día, y que han dado lugar no solo una adaptación del ordenamiento jurídico con los consiguientes retos jurídicos, sino también al desarrollo de nuevas funciones que tiene que adoptar el Ministerio de Cultura en materia de propiedad intelectual. Precisamente, por eso, ha sido necesario crear esta Oficina Española de Derechos de Autor y Conexos, que aún se nos hace raro, pero se denomina OEDAC. Es un organismo autónomo que va a ejercer las competencias en materia de derechos de autor y conexos con el Ministerio de Cultura y va a llegar donde esta Subdirección General de Propiedad Intelectual no llega, porque ya estamos en el siglo XXI y hay que adaptarla de otra forma. Por ello, esta oficina de propiedad intelectual ha sido creada para responder a una necesidad y a unos retos que la cultura y el mundo de la cultura solicitaban hace tiempo, una actuación más eficiente de las instituciones públicas, la defensa de estos derechos y también una equiparación a los Estados de nuestro alrededor como Canadá, Francia, Estados Unidos o Portugal. Y, por otro lado, también el compromiso de crear esta oficina forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para contribuir a la revalorización del sector creativo y cultural.

¿Pero de qué se ocupará esta oficina más allá de lo que estaba comentando el portavoz de VOX? Pues va a ser una herramienta que la Administración utilizará para abordar desafíos como, por ejemplo, el de la inteligencia artificial, especialmente la generativa y el impacto que tiene en los derechos de propiedad intelectual; el de las nuevas estrategias que hay de piratería, a través de las redes sociales; incrementar la transparencia en estas actividades de gestión, especialmente en la redistribución y el reparto de derechos de los titulares, o el desafío de mejorar el funcionamiento en la resolución de conflictos, a través de la mediación y el arbitraje, rebajando la duración de los procedimientos, que ahora duran dos años de media. Y, por último, también ponernos a la altura del resto de los países europeos. Por tanto, estamos ante un proyecto de ley necesario, comprometido con Europa, a pesar de lo cual, se ha presentado una enmienda a la totalidad por parte del Grupo VOX. Basta con leer el texto de la enmienda y escuchar las perlas de su portavoz para saber que estamos ante un nuevo capítulo de la cruzada contra el Estado. Estamos ante la campaña habitual de la ultraderecha contra cualquier intento de incrementar la estructura de la Administración pública, porque para ellos todo es —según ellos—, abro comillas: “hipertrofia burocrática”, “afán derrochador de la izquierda” o “espurios propósitos”. No sabemos muy bien a qué se refieren, porque ellos parece que prefieren que el Estado se minimice hasta desaparecer. Parece que les sobra todo. Les sobran los impuestos, les sobra el estado del bienestar, las comunidades autónomas, la escuela pública, la sanidad pública, la diversidad cultural y lingüística, porque VOX quiere que tengas libertad, pero quiere la suya, la ilusión de la libertad, porque VOX es un partido que está encantado y que quiere que tengas la capacidad de poder elegir entre treinta y siete tipos diferentes de toppings para tu muffin, pero en cambio está muy contento con que tengas solo cuatro bancos —próximamente tres— donde elegir, que tengas solo cuatro distribuidoras de alimentos entre las que elegir y que tengas tres empresas solo que controlen los medios. Ese es el modelo de libertad de VOX. (Aplausos). Pues, claro, aquí también les sobra la oficina de derechos de autor, porque para la ultraderecha estos no son instrumentos útiles, no son instrumentos que nos hemos dado para garantizar derechos, para ellos estos solo son cosas superfluas, solo son chiringuitos. Es que para VOX todo son chiringuitos, salvo cuando sirven para su presidente estatal, el señor Abascal, que por supuesto se ha consumado especialista; pero no solo: el vicepresidente de Aragón, también el señor Nolasco, ya denominado el rey de los chiringuitos, y también el señor Gallardo en Castilla y León. Es decir, todos son chiringuitos menos cuando es para ellos.

Y es que el mundo está cambiando, y la gestión de derechos de propiedad intelectual también está cambiando. Ya he explicado antes por qué la Subdirección General de Propiedad Intelectual del ministerio empieza a verse desbordada y por qué es necesario crear un organismo autónomo. No es ningún invento estrafalario. Es una herramienta administrativa que permite nuestra legislación para casos como este. Es cierto, se podría dotar a la subdirección de más recursos, ¿pero esto de qué serviría? Pues se podría intentar acabar con ese cuello de botella que se hace a veces, podría ser, pero es que no funciona así, porque la subdirección genera ingresos propios, pero no tiene autonomía para gestionarlos. Por ello necesitamos un organismo autónomo, flexible, que podría ejecutar su propio presupuesto, que podría celebrar contratos de forma flexible y eficiente, gestionando sus propios recursos. Sin esa autonomía no se pueden abordar retos que hoy día son imprescindibles, imprescindibles, porque, hoy día, hay retos y hay novedades tecnológicas que nos superan, porque no es normal que hoy día, señor de VOX —que igual no lo sabe—, la inteligencia artificial, sin permiso ni licencia, pueda recopilar voces e imágenes de famosos y no tan famosos y de políticos y no tan políticos, sino personas normales, y hacer con ellos discursos. No es normal que un algoritmo que pueda hacer poesía o literatura, sin ningún tipo de permiso ni licencia, esté ahora mismo alimentándose de libros que tienen propiedad y que tienen derechos de autor. No es normal que una inteligencia artificial, sin permiso ni licencia, se base en diferentes estilos pictóricos de artistas para hacer sus propios cuadros y hunda al pequeño (aplausos), y no es normal que una inteligencia artificial, sin permisos ni licencia, pueda estar haciendo música tomando de referencia voces y canciones de artistas para hacer sus propias canciones, porque estamos hundiendo el sector cultural; lo están haciendo ustedes solicos, no hacía falta nada más, pero también está este reto. Esto es lo que está pasando hoy día, pero es que en diez años el reto va a ser mucho mayor. Existe otro peligro, además, que es el revenge porn, que no tiene mucho que ver con esto, pero es un caso en el que se está desnudando a mujeres con este tipo de inteligencia artificial y se están utilizando aplicaciones de inteligencia artificial para extorsionarlas. Esto es un horror y también hay que revertirlo.

En conclusión —y con esto termino—, en lugar de incrementar los recursos humanos y materiales que ya tiene la subdirección general, lo que tendría un coste igual o mayor y no sería útil, este Gobierno ha optado por una estrategia mejor, ha optado por reorganizar los recursos existentes y dotarlos de una arquitectura institucional más adecuada. Apostamos por la eficiencia, y aquí deberían estar contentos, lo que pasa es que se demuestra que también gestionamos correctamente y mejor que como hacen algunos. También se ha dicho por parte de la ultraderecha —y con esto ya sí que termino— que esta ley se ha redactado de espaldas al sector. Siempre dice la ultraderecha que se redacta de espaldas al sector. Nada más lejos de la realidad. Conviene recordar que durante la tramitación del anteproyecto hubo dos trámites de participación pública, el de consulta previa y el de audiencia e información pública. Participaron diversas partes interesadas del sector, que, por lo general, señoría de VOX, valoraron positivamente todos estos encuentros y la ley. Así que no hay razones para devolver el texto al Gobierno. Por eso, el Grupo Plurinacional SUMAR, precisamente porque defendemos la cultura y a los artistas, a diferencia de muchos de ustedes, y porque defendemos a los creadores, vamos a votar en contra de esta enmienda a la totalidad. Muitas gracias. (Aplausos).