Transcripción de la defensa de la Proposición no de ley sobre el rechazo a la censura y defensa de la libertad de producción y creación literaria y artística, presentada por el Grupo Parlamentario Plurinacional SUMAR. (Número de expediente 161/000353).

El señor VICEPRESIDENTE (Sémper Pascual): Continuaríamos con el punto 8.º del orden del día, proposición no de ley sobre el rechazo a la censura y defensa de la libertad de producción y creación literaria y artística, presentada por el Grupo Parlamentario Plurinacional SUMAR. A esta proposición no de ley se ha presentado también una enmienda por el Grupo Parlamentario Popular. Para defender la proposición no de ley tiene la palabra el señor Pueyo.
El señor PUEYO SANZ: Primero fueron a por los tuiteros, cómicos y cantantes, y yo no dije nada, porque no soy ni tuitero ni cómico ni cantante. Después fueron a por los artistas que reclamaban y recreaban la imagen de Cristo, y no dije nada, porque yo no soy artista. Luego fueron a por Orlando, de Virginia Woolf, en Valdemorillo, Madrid, porque el protagonista cambia de género, y yo no dije nada, porque yo no he cambiado de género. Luego fueron a por El mar: visión de los niños que no lo han visto nunca, en Briviesca, Burgos, porque el protagonista era un maestro republicano fusilado durante la Guerra Civil, y yo no dije nada, porque la guerra me cae muy lejos. Después fueron a por las lenguas y eliminaron todas las ayudas a creaciones en aragonés y català de Aragón y negaron su existencia o censuraron revistas en valencià, en Burriana, pero yo no dije nada porque yo no hablo esas lenguas. Luego fueron contra la película Lightyear, en Bezana, Cantabria, porque dos mujeres se daban un beso, y no me importó, porque yo no soy homosexual. Y cuando fueron a por Santa Teresa, de Paco Bezerra, porque no se comparte el punto de vista del dramaturgo, yo no dije nada. En el caso de Nua (radiografía d’un trastorn), de Ann Perelló, en Palma de Mallorca, por tratar de síntomas de trastornos alimenticios, yo no dije nada. O cuando censuraron Qué difícil es, en Quintanar de la Orden, Toledo, porque los actores aparecen en calzoncillos, yo no dije nada. O La infamia, de Lydia Cacho, en Toledo, porque la autora y protagonista denuncia las redes de pederastia y funda refugios para las víctimas de violencia de género (risas), yo no dije nada. Y aunque ahora se rían —igual no se escucha en la grabación, pero se ríen y dicen que no existe el aragonés y otras cosas—, muchos no diremos nada. Pero, cuando vengan a por mí, ¿qué pasará? Pues que no quedará nadie que diga nada.
Y en el camino, PP y VOX censuraron —y siguen censurando— a artistas y autores de la talla de Miguel Hernández, cuyo premio literario internacional ha sido dejado sin fondos en el Ayuntamiento de Orihuela, pese a que los diputados de VOX digan lo contrario —y lo repetirán—; o de Almudena Grandes, cuyo nombre ha sido borrado de la principal biblioteca de La Rioja: o de José Antonio Labordeta, cuya fundación se ha quedado sin fondos porque el Partido Popular ha comprado los argumentos fascistas de VOX. Se han eliminado eventos culturales por razones políticas, como el Festival Periferias, en el Ayuntamiento de Huesca, a pesar de su éxito en sus veintitrés ediciones, y también ha sido de la mano de VOX, cambiando la idea y el principio del Partido Popular. Se ha eliminado la programación cultural de Etopia en Zaragoza, haciendo que más de 1.150 personas de la cultura muestren su apoyo a esta entidad de la ciudad; ciudad que ha reducido un 40% el presupuesto cultural.
Por ello podemos hablar de dos tipos de censura. La primera, dejar sin fondos, que no ataca obras concretas, sino toda una realidad cultural, y la segunda, la clásica, la de cancelar obras en su sentido etimológico de cancelare, es decir, poner en una reja, encarcelar; encarcelar la palabra, la expresión cultural, el qué somos y qué estamos creando; encarcelar el pensamiento crítico, que no es otra cosa sino el motor de la historia.
En obras culturales o en el mismo periodismo nos encontramos todo esto. Según la Asociación de la Prensa de Madrid el 75% de los periodistas cede a presiones y el 57% se autocensura por precariedad, por miedo al despido o por la temporalidad en la profesión. Cuando haces un artículo, la creación, un proyecto, corres el riesgo de que al final no triunfe, aunque sea 100% tuyo, pero si finalmente tú haces un proyecto, un artículo o cualquier obra y hay censura, no hay aprendizaje, no hay ninguna posibilidad de desarrollo cultural. Sea censura de cancelación directa, autocensura o asfixia es la misma idea: es una política del miedo que garantiza el modelo de la cultura única, el asimilacionismo cultural, el supremacismo que pretende VOX, su verdad. Sí, su verdad, señor Robles, es peligroso que alguien crea tan acérrimamente en tener la verdad, en creerse en la posesión de una verdad absoluta. Eso lo que provoca es que, cuando uno está en posesión de la verdad absoluta, todos los medios para llegar a esa verdad estén justificados; todos están justificados, según ustedes, y eso es lo que están haciendo, arrasar con todo el patrimonio cultural.
Baltasar Gracián, mi paisano, dijo: «Todo tonto está convencido; y todos convencidos son tontos. Cuanto más defectuoso es el juicio de una persona, más firme son sus convicciones». Existe, al parecer, una cultura buena que hay que imponer, una cultura que viene desde el centro de España, desde Madrid, de lo que es o debiera ser la España de bien y todas las demás versiones de esa España son las que parece ser que no están bien. Unos ciudadanos que son buenos españoles y otros que son malos españoles, que aman a personas de su mismo sexo, que hablan lenguas diferentes del castellano, que crean cultura y que disfrutan de una cultura alternativa. Y aquí estamos todos y todas. La censura, señores de VOX, por el mero hecho de existir, es perniciosa para todos, porque hoy es a otro pero mañana es a mí.
Les voy a decir una frase —y se lo digo también a las señoras y señores del Partido Popular— de Noam Chomsky: «Si no creemos en la libertad de expresión para la gente que despreciamos, no creemos en la libertad de expresión». Así que, señores de VOX y del Partido Popular, frente a su verdad absoluta, nosotros reivindicamos la duda y el pensamiento crítico, es decir, la dialéctica cultural —sí— y la libertad creadora como motor de la historia y mejor relator de nuestro tiempo. Por ello presentamos esta proposición no de ley.
Muitas gracias.
_________________________________
VOTACIÓN:
El señor PRESIDENTE: Pasamos a la número 8.º, sobre rechazo a la censura y defensa de la libertad de producción y creación literaria y artística, del Grupo Parlamentario Plurinacional SUMAR. Se vota en sus términos.
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 33; en contra, 3.
Queda aprobada.